Carta al amor...amor...de mi vida?

El "hombre más lindo del mundo”, o como cuando te puse sarcásticamente “el demonio de los limones” que tenías en cada bolsillo un limón, que arrojabas con cada uno de tus sarcasmos crueles e irreverentes, que no es el chico de la foto...pero te pareces tanto a él...

Recuerdas que siempre te lo decía? pero nunca te la creíste.

-Por su aspecto? o  su frialdad?...-sí, si  también.

Ya sabes yo sigo acá con mi belleza que te irrita, con mi ropa que odias...y haciendo lo que más te molesta…existir.

Tenías razón, el mundo es cruel, luego de una década en nuestra burbuja, pensé que era algo mejor… también tenías razón respecto de ellos...si, son unos “cerdos superficiales”. Como siempre mencionabas.

Ya lo entendí todo, me enseñaste a defenderme y dejar  de lado mi excesiva indulgencia. Muchas veces me lo dijiste y yo no lo entendí.

Solo que lo llevamos al límite...

Te deje ir? en este plano si, hace mucho, es como si no existieras, tu sabes que jamás le rogaría a un hombre sigo siendo como tú decías “la princesa orgullosa del pueblo” pero a veces una parte de ti se escapa de mí, por ejemplo, cuando  Soy descortés, cruel, irreverente, desafiante, desapegada de lo material, solitaria y la mayoría de las veces cuando me defiendo, cuando pierdo el miedo, te  escapas de mí y te quieres tragar el mundo.

Eso último fue la gran lección…fuiste el intermediario, quien me obligo a limpiar mi linaje, me enseñaste a gritar fuerte, a defenderme, a pedir ayuda, a asumir la responsabilidad de las consecuencias de una excesiva indulgencia, cosas que muchas mujeres de mi linaje y otros linajes no se atrevieron o no pudieron a hacer…

Siempre dijiste que darías tu vida por mí, pero fui yo quien casi la perdió por ti y no conseguiste cambiarme, aquí sigo brillando incluso en mis peores días, sin embargo sé que me quisiste y mucho, el problema es que los hombres buenos  quieren  bien y los hombres malos quieren mal.

Te pido perdón por unir mi camino al tuyo para sanar mi linaje, por fin comprendí que la culpa no era tuya ni mía, solo son un conjunto de hechos desafortunados que surgieron antes de nuestra existencia…